Add parallel Print Page Options

Escuchadme, los que conocéis la salvación,
pueblo mío, a quien instruyo:
no temáis las afrentas humanas,
no tengáis miedo a los ultrajes:
los consumirá la polilla como ropa,
los comerán los gusanos como lana;
pero mi victoria es para siempre,
mi salvación no se agotará.

Poder del Creador en la historia

¡Despierta, brazo del Señor,
despierta y revístete de fuerza!
Despierta como en los días de antaño,
como en aquellas antiguas generaciones.
¿No fuiste tú quien destrozó a Rahab,
quien traspasó al Dragón del mar?

Read full chapter